15 de noviembre 2019
“EL LAGO AZUL” llamado así, por el precioso color azul turquesa de sus aguas . Su historia es muy curiosa, situado en una finca propiedad de la empresa Cementos Aslan, S.A. y en las estribaciones de Sierra Morena; tiene la considerable extensión de 10 ó 12 hectáreas y la no despreciable profundidad en su parte central de casi 100 metros.
Su origen; se remonta unos 40 años atrás en lo que era una cantera en explotación para la obtención de piedra mineral destinada a la fabricación de cementos. Habiendo excavado esta hasta dar con un lecho rocoso, alguien tuvo la brillante idea de pegarle una voladura para poder seguir trabajando la cantera, con lo que horadaron un gran venero y el agua comenzó a brotar como si de pozo de petróleo se tratara, todo esto unido a la relativa proximidad del río Guadalquivir y la famosa capa freática (que quizás ayude) hizo que en pocas semanas se llenara hasta los bordes. El lago tuvo dos bombas de agua monstruosas bombeando agua durante tres años las 24 horas del día los 365 días del año, pero no consiguieron desecarlo, solamente conseguían hacer fluctuar el nivel de la lámina de agua.
Debido a esto la empresa abandonó el proyecto y el lago continuó con su natural discurrir y a su libre albedrío. Aún hoy se pueden ver las bocas de las bombas con sus bridas oxidadas y el abandonado transformador con el que le suministraban la energía que las hacía funcionar.